¿Quién soy?

Soy Yoana, hija de servidores: de médicos; nieta de abuelos maestros y poetas, y de abuelas curanderas, de espíritu matriarcal y creador. Soy mamá de un niño sabio y hermoso, de ojos tiernos y corazón de fuego.

Soy ingeniera industrial de profesión, especialista en “hacer que las cosas sucedan”, y durante muchos años trabajé en el mundo corporativo.

En 2019, tras un gran cambio de consciencia sobre lo que significa la maternidad, decidí iniciar un camino de sanación y crecimiento personal. La vida me mostró un mundo nuevo para mí: el poder de la palabra, del círculo, de la conexión con el corazón y del poder curativo de las plantas y los hongos. Conocí personas maravillosas que me iniciaron en estos conocimientos ancestrales y me transmitieron su pasión y respeto por la naturaleza.

En 2023 decidí dejar la ciudad y mudarme al valle de Cieneguilla, donde «me encontré» al amparo de las montañas, el sonido del río, las caricias del viento y las infinitas posibilidades de un pedazo de tierra para cultivar. Además, decidí iniciar estudios para formarme como Terapeuta Transpersonal en la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal y tomar un curso de herbolaria en la Escuela Herbal de Argentina. Las plantas se apoderaron de mi hogar, el huerto empezó a tomar vida y las primeras fórmulas comenzaron a nacer en respuesta a las necesidades que surgían: algo para calmar los dolores de cabeza sin dañar el estómago, algo para prevenir y combatir resfriados de manera natural y reforzar el sistema inmunológico, algo para reemplazar el desodorante que empezó a irritar, para calmar las picaduras, cuidar la piel —que es como una segunda lengua— y más. Los fines de semana, mi cocina se convirtió en un laboratorio, y comencé a compartir “mis experimentos” con familiares y amigos cercanos.

A inicios de 2024 decidí comenzar estudios profesionales en Herbolaria en el Wild Rose Herbal College de Canadá, con el objetivo de integrar ese conocimiento sutil con el científico sobre las propiedades y el uso correcto de las plantas. Así nace Hermaga de la Tierra, fruto de visiones y sentires, del desarrollo interno y de las ganas de compartir la medicina que la naturaleza nos ofrece. Hermaga de la Tierra es la síntesis de mi herencia, mis aprendizajes y el deseo de crear un puente entre lo ancestral y lo cotidiano. Es un espacio donde lo humano y lo mágico se encuentran, y donde cada fórmula lleva consigo la intención de honrar la sabiduría de la tierra, cuidando el bienestar y equilibrio desde la raíz.

Hoy, continúo aprendiendo, creando y creciendo, convencida de que el camino de la medicina natural es también un camino de amor, respeto y conexión profunda con todo lo que nos rodea. ¿Me acompañas en éste camino?

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